Es que es el "testimonio" que buscaban: por fin un luchador por los derechos (¿adquiridos?) de los artistas, un convencido de la necesidad del impuesto revolucionario recaudado por Teddy, todo envuelto por la apariencia de credibilidad que dan las faltas de ortografía y los pocos, yo diría casi nulos, conocimientos informáticos.
Al final encontraron al espécimen ... pero en Matrix.
PD. La verdad es que el jurado no premió el convencimiento moral del arrepentido, sino el miedo ante las consecuencias de sus actos pecaminosos, de la misma forma que antes se hacían cruzadas avisando de las terribles secuelas que podían dejar ciertos tocamientos impuros, jeje