Para mi Sardá es un gran periodista, de los mejores, que se ha echado a perder por varios motivos. Principalmente por encasillarse demasiado en un papel que no le tocaba en absoluto, y es que mezclar un producto que bien podría haber sido atractivo con ese circo donde se habían dejado abiertas de par en par las jaulas fue un humillante error para su carrera. Secundariamente, su talante marcadamente político creo que lo ha perdido en demasiadas ocasiones.