Esta mañana escuché la noticia mientras me atascaba hacia el trabajo, y desde luego no pude evitar indignarme.
Bien por el ejemplo que utilizó el profesor al explicar la situación, comentando que el como si no puedes hablar de tartas en clase, si en la misma hay un alumno diabético y éste se ofende. Y aún mejor al indicar que, aunque él lo estaba pasando mal por esta denuncia, la víctima de todo esto es el alumno, el cual ni tiene libro de la asignatura, ni hay contacto con los padres porque jamás han ido a la escuela, ni han contestado a las notas enviadas por el centro por las ausencias injustificadas de su hijo.
Eso sí, para denunciar sí que aparecieron. Manda huevos![]()