El grado de detalle y la diferenciación podemos llevarlos hasta donde queramos. Pero, lógicamente, para poder llegar a mayores grados de detalle hace falta ser un experto en vinos o conocer bien los vinos de una zona concreta.
Partiendo de un grado de detalle mínimo, lo vinos tintos tienen unas características que los diferencian de los blancos y los rosados.
Si tenemos en cuenta que la uva empleada, el terruño y el clima son elementos muy importantes, que influyen mucho en el vino, se pueden apreciar diferencias entre vinos atlánticos, continentales y mediterráneos. Creo que éste es un paso al que pueden llegar muchos aficionados al vino.
Atendiendo a las denominaciones de origen más habituales, también resulta más o menos sencillo para mucha gente diferenciar unas denominaciones de origen de otras. Por poner el ejemplo más evidente, un Rioja de un Ribera del Duero. ¿Por qué? En la mayoría de los casos porque son los que más han tomado.
Pero, evidentemente, eso no lo es todo. Está el tratamiento que le da cada bodega. Unos prefieren mantener una línea más clásica, otros apuestan por vinos más modernos. Hay quien pone mucho énfasis en que el vino intente mostrar el terruño del que proviene. Lo bien o mal que se consiga la integración de la barrica. En algunos casos se apuesta por vendimias tardías, etc. Lo que quiero decir es que influyen muchísimas cosas, hasta el punto en que te puedes encontrar con vinos de una misma denominación de origen muy distintos. Y, al revés, ver más identificados dos vinos con denominaciones de origen diferentes y con una misma apuesta en la elaboración.
En el caso concreto de los vinos catalanes, con el mayor de los respetos para las denominaciones de origen, la mitad de ellas cuentan con una pequeña representación fuera de la zona. Incluso en internet no hay mucha oferta de vinos de algunas de esas denominaciones de origen. Mucho menos si pretendes comprarlo en tienda física, que es como compra la mayoría de la gente.
Por eso pienso que la diferenciación clara entre muchas de ellas la pueden ver los que viven en la zona y las han probado repetidas veces o los que son expertos en la materia. Pero, estoy plenamente convencido de que la mayoría de aficionados al vino que no seamos de la zona no las diferenciaríamos tan claramente. Es más, creo que mucha gente no ha probado varias de esas denominaciones. Hay que darse cuenta de que sólo en España creo recordar que existen más de sesenta denominaciones de origen.
Siento el ladrillo, pero es que es un tema que daría para hablar páginas y páginas, con miles de matices.
En cuanto a Raimat, el vino que he probado es Raimat Abadía. Sí me gusta, me parece un vino con una buena relación calidad/precio. En ese rango de precios de Costers del Segre también me han gustado Gotim Bru, Drac Magic y Petit Grealó. Este último un poco más caro. Coincide que los tres cuentan con buena puntuación Parker, pero es algo a lo que no suelo hacerle mucho caso por todo el politiqueo que lleva por detrás.