Vaya tela...
Yo tengo claro que Philips no me va a hacer ni caso, más teniendo en cuenta que ya me han dado un TV nuevo sin pedirlo, ya que el anterior, en líneas generales, funcionaba muy bien. Al menos tenía 4 HDMI y no había líneas amarillas pululando por la pantalla.
Lo que pasa es que a mi se me junta que el SAT ha tenido una forma de actuar, que, por más que le doy vueltas, no me entra en la cabeza.
Se nota que van sobrepasados de trabajo, pero eso no es culpa mía. Que se organicen, o que amplíen plantilla, o que hagan lo que consideren oportuno, pero no se puede tratar así a los clientes.
Porque a mi el calentón me viene debido a que, como tiene que venir el técnico a casa a ver los supuestos fallos del nuevo TV y certificarlos, pues resulta que llevando desde el 14 de Julio detrás de el, no viene.
Resumiendo, como además de lo del HDMI, tenía un fallo en la retro evidente, el fulano me dice que quiere ver el esquema del control de los LEDs de la retro antes de venir, para tener algo claro. Después de eso le llamo dos veces para ver como va el esquema, pero siempre me contesta que no tiene tiempo, que no ha podido ver nada.
Al final, la primera semana de Agosto, le llamo (siempre yo, ellos no han tenido la decencia de hacerlo ni una sola vez en esta ocasión), y le digo algo así como que ya no hace falta que mire nada, que ya he solucionado el problema del clouding. Por supuesto NO había mirado nada. Como yo tenía vacas la semana siguiente, que por favor hiciera el favor de venir a ver lo del HDMI hundido, que ya tocaba. Me dice que esa semana le llame, que se le olvidará a el llamar (no me digas, no me lo creo ), y quedaremos.
Al día siguiente de esto, empieza a salir la línea del panel (que cada vez va a peor, ahora ya casi nunca se va), y el Martes 9 de Agosto lo llamo y le digo que tengo otro problema. Quedamos al día siguiente a las 14h. cuando el cierre el taller a mediodía.
El Miércoles, se hacen las 3 de la tarde, estoy sin comer esperando, y lo llamo. Me dice que se le ha complicado un trabajo, pero que no me vaya de casa, que en un ratito viene. Y después de eso, no he vuelto a saber nada de él hasta hoy.
O sea, que además de pelear con la marca, que no me va a hacer caso, me toca pelear con un SAT que llamarlo incompetente es darle un halago. Yo no sé que ha podido pasar, pero esto no es de recibo. Estoy por dejarles la TV en la puerta del taller, y comprarme otra de otra marca, aunque sea mas pequeña y peor, para tener algo que ver sin problemas y sin tener que encenderme cada vez que la pongo en marcha.
Sé que la segunda quincena el personaje este cerraba el chiringuito, así que me quedo con la raya hasta ni se sabe.
Así que, la opción de comprar otra TV creo que va tomando cuerpo.
Saludos.