Al final es de traca, te pueden echar del trabajo con más facilidad de la que puedes cambiarte de una compañía por la que pagas.

En España tenemos un problema grave con la percepción de lo que es el capitalismo.
Si pagas por un servicio que no es lo que quieres, te cambias de compañía y no vuelves jamás, es la única forma de que no te tomen el pelo.