El primer Bioshock presentó un mundo mágico submarino infestado de psicópatas, lunáticos y asesiones en serie . La atmósfera de Rapture me atrapó y me hizo soñar mucho más allá de la historia principal del juego, en un mundo fantástico al estilo Tim Burton (algunos Splicers parecen sacados del libro "La Melancólica Muerte del Chico Ostra"). El Bioshock 2 no presenta ninguna novedad (salvo el multijugador que todavía no he probado) y no llega a sorprender, aunque nunca está de más volver a los pasillos submarinos para liquidar splicers con los plásmidos o la Black & Decker del Big Daddy . Veremos que tal este Bioshock Infinite, a priori me sorprende que ya no esté ambientado en una ciudad submarina tratándose de Bioshock...

Le seguiré la pista .

Saludos