Económicamente los videojuegos son mucho más potentes y mueven más pasta. El problema es que mucha gente aún los ve como "cosas de niños".

Esto hace que al enfrentarse a un juego con contenido para adultos, en vez de pensar "es un juego para adultos, que no lo use mi hijo" piensan "Quien les ha dejado meter este tipo de contenidos en el juego de mi hijo?" y así nos luce el pelo.

Me gustaría saber cuantos de los "expertos" que pululan por los medios de comunicación han dedicado más de 5 minutos de su vida a jugar a algo...