Yo me dejé muchas horas con un Commodore 64, un año ahorrando para pagar las 39.000 pesetas que me costó. Por suerte me regalaron el televisor de 14".
Con respecto a los botones ya recuerdo que en aquellos tiempos empezaban juegos como Skyfox, un simulador de vuelo con el que alucinaba, en el que jugabas casi con todo el teclado.