En la gripe, es una apuesta. Se mira lo que pasa en el hemisferio Sur, se saca el dedo y se trata de ver por donde sopla el viento.

Por eso, algunas temporadas el funcionamiento de la vacuna es muy bueno, y en otros apenas llega al 50% de efectividad.

El coronavirus es algo más estable, y más fácil de atacar, si fuera necesaria una vacuna anual. Los especialistas están bastante confiados al respecto.