Ayer se vivió una tremenda manifestación frente a las puertas del Tribunal Supremo que casi alcanza los 300 ciudadanos. Al grito de "Asaltemos el Supremo" registro varios incidentes de cierta gravedad, arrojaron botellas de oxígeno, hubo un empleo agresivo de las cachabas y dispararon salvas de sintrom a los magistrados. Tal fue la realidad sociológica presente que hasta Baltasar Garzón parecía un adolescente .

Puede que algunos consideren que 300 personas no son demasiadas pero si sumamos los años que estaban representados allí fue un auténtico récord.

Saludos