Vamos a ver, yo no discuto la potestad para prohibir o dejar de prohibir nada y mucho menos me voy a poner a leer las disposiciones de una ley o directiva. Lo que es evidente es que es una decisión discrecional y arbitraria – sea esta legal o no- y resulta a claras luces excesiva y ridícula. ¿Acaso van a prohibir mañana una exposición de Picasso y la tauromaquia alegando lo mismo?, ¿van a prohibir la publicidad de los viajes a Tailandia por la prostitución infantil?. En fin, asunto ridículo que tiene más valor por nuestros posicionamientos que por lo que es de verdad.
Y por cierto, yo no estoy a favor de prohibir la publicidad, estoy a favor de prohibir la publicidad engañosa que es un tema muy diferente.
Saludos