El detector de sustancias explosivas, que no drogas, es algo completamente distinto al arco de detección habitual.
Te pasan un papelito por los objetos que llevas, y luego los analizan, supongo que en un espectrógrado de masas, buscando perfiles.
Si hay trazas de drogas y el aparato pita, es ya motivo suficiente para meterles un puro legal de cojones.
Nadie, ni siquiera la Policía, puede hacer o decir nada si hay rastro de drogas en tu ropa o billetes. Sencillamente porque las explicaciones fáciles serían tantas que nunca te podrían inculpar de nada. Sin entrar en asuntos de derechos constitucionales.
Salir conque no quiso pasar un control de explosivos y drogas es tan intoxicación como “saltarse un control”.
Cohones, que la “seguridad” de los aeropuertos es una de las engañifas de la era Bush-hijo.
Un asesino entrenado mata con las manos, con una pajita de refrescos o con un vaso de plástico.
Pero los aspavientos y maniobras humillantes como obligarte a quitarte el cinturón o los zapatos tranquilizan la mente de los pardillos y la cuenta bancaria de los que conceden las contratas.
Ha sido una forma fantástica de que los beneficios de AENA se queden en el sector y no devuelva dinero a las arcas públicas.
Y ahora les viene de perillas a los que tildan a Rivera de farlopero.
Es lo mismo que si lo acusaran de pederasta: no hay defensa posible.
Si lo único que tienes contra tu enemigo es ese tipo de cosas, vas mal.