Hombre, intenta elevar un poco el nivel de tus comentarios, que no llegan ya ni a cuñadismo.
Tal vez no te das cuenta, pero lo único que proyectas de un tiempo a esta parte es odio. Primario, puro y duro.
Es lamentable, pero supongo que al final uno recoge, lo que siembra.
Yo voy a seguir razonando, compartiendo esos razonamientos cuando los crea oportuno, y sin odio, ni extremismos, que no llevan absolutamente a ningún sitio.
Gobiernos españoles que se pueden calificar de oportunistas y mentirosos, hay unos cuantos. Yo recuerdo uno que soltaba alguna mentirijilla que otra sobre los atentados más graves de la historia de España. También algún otro que rozaba un tanto la delicuencia, y hasta hay algún ex-vicepresidente en chirona.
Lo que no puede ser es ver constantemente la paja en el ojo ajeno, y olvidar la viga en el propio. Pretender que uno siempre tiene razón, y los otros son el enemigo, un grupo de miserables y malvados, a los que hay que exterminar, como en 1936.
Ese discurso del odio es lamentable, y puede tener consecuencias duras. E imprevisibles, porque cuando deshumanizas al que no piensa como tú, también corres el riesgo de que te deshumanizen a ti. Y cuando quieres arreglar las diferencias a hostias, como en 1936, a lo mejor piensas que las vas a repartir, y luego te las llevas todas, una detrás de otra.