Cita Iniciado por felisardo Ver mensaje
Habría que ver datos globales porque toda tienen sus movidas pero si alguna marca falla mucho más que las demas se sabría y dejarían de venderse, una vez me pasó un detalle en hipercor que estaba con la idea de comprar una philips para un pariente y el de la tienda me dijo que no la comprara que fallaban casi todas, fué la primera vez que me pasó algo asi y eran La philips baratas que las fabricaba una empresa china, solo tenían el nombre de Philips pero no lo eran.

Esos datos existen pero no son de dominio público. Los fabricantes saben exactamente la calidad del producto que venden. Te sorprendería hasta qué punto está acotado y estudiado el tema de la fiabilidad.
A veces ocurre que la marca que más vende es también la que más problemas da, y no por volumen de ventas sino por la propia calidad del producto. Vender mucho implica ganar mucho y hay casos estudiados, como el de Zanussi vs Kelvinator, en los que se ve con meridiana claridad que un producto puede tener un éxito comercial muy bueno y sin embargo ser una basura. También al revés, productos buenísimos sin apenas averías, con una fiabilidad enorme que terminan llevando a la marca a la ruina por falta de ventas. Todas las marcas intentan buscar un equilibrio.
Para evitar el problema de la excesiva longevidad de los productos se idean planes de marketing que provoquen una caducidad programada prematura. No se trata de innovar, lo cual dejaría obsoleto un producto, sino de contemporizar mejoras para irlas presentando espaciadas en el tiempo y crear una dinámica de mejora continua. Se reparten unidades de prueba y se pone el foco en ciertas características clave para que sean publicitadas, casi sin darse cuenta, por los expertos del sector en sus respectivos canales de difusión. De esa forma se genera un sentir general que mueve al nacimiento de una necesidad de cambiar de producto, pocas veces justificada. Todos los días vemos ejemplos de ello y el mundo de las TV no es ajeno a ello.
Sin embargo, echando la vista atrás, vemos que incluso los que fueron protagonistas involuntarios de este juego de las marcas, se dan cuenta de la gran tomadura de pelo que han contribuido a crear. A todo pasado es difícil remarcar que características eran tan buenísimas como para vender el "obsoleto" modelo de 2018 y comprar el "mucho mejor" modelo de 2019. Incluso los que en su momento defendieron esa característica clave del producto, ahora, en 2021 ya ni recuerdan que diferencias había y comienzan sus análisis comentando que "es lo mismo que se lleva vendiendo desde hace 5 años (por poner una cifra)".
Y lo grave es que no nos damos cuenta del tema.