Por salvar, Amor A Quemarropa, está bastante bien.

En esta se le vuelve a ir la pinza y empieza como una crítica contra la intimidad para acabar con un "pues ya que estamos en la salita nos metemos hasta la cocina, viajecito en el tiempo, cambio la historia y lo que se tercie y sin despeinarme".

Jim Caviezel más perdido no puede estar, poniendo cara de malo, o intentándolo.