Es un tema escabroso, desde luego. Siempre que vas al cine, es una lotería. Te puede tocar de todo: gente que no para de hablar, que golpea las butacas de delante, ruidos al comer, gente con el movil encendido... Es muy molesto y yo cada vez aguanto menos, así que busco cines y sesiones raras para que no haya gente. Por regla general, nunca voy los fines de semana para evitar estas cosas.

Pero vamos, que el comportamiento de esta gente se puede extrapolar a cualquier ámbito en la vida. Lamentable.