Ayer la vi por tercera vez y sin duda fue la vencida. Las dos primeras no acababa de cogerle el gustillo, pero ayer me encantó la interpretación de Sean Connery y de Ian Bannen (creo). El tete a tete de ambos protagonistas cuando Sean Connery intenta hacerle cantar es soberbia; así como la que tiene con su mujer. Magnífico guíon. No cuento nada porque destriparía esta estupenda película a los que no la hayan visto (1973).

Un saludo