Magnifica,eso es lo que he pensado al salir del cine. Fuera patriotismos absurdos. Paul Greengrass tiene todos mis respetos desde que hizo Bloody Sunday.

Me uno a lo que ya se ha dicho en este post. La verdad es que desde el principio me invadió un nerviosismo(que se mantuvo toda la pelicula),viendo a todas las personas embarcando en lo que seria su último billete. Sabes qué va a pasar,pero es la mano del realizador las que nos mete de lleno en la pelicula,llegas a sentirlo como si estuvieras ahi.

La B.s.o. de John Powell acentúa esa intranquilidad durante toda la cinta,y en ciertos pasajes como cuando algunos pasajeros llaman a sus familiares,se deja notar esa sensación de que no hay vuelta atrás.Muy buena.

Estamos sin duda ante una de las mejores pelis del año.