Para mi Savall, donde es subyugante es en las obras para viola de gamba, el sonido de este instrumento y el sentimiento que transmite Savall con él me hacen pasar horas de verdadero placer. Luego, las interpretaciones de obra multigrabadas, como el Requiem de Mozart o la Música Acuática de Haendel, la revive nuevamente y, para mi, son excepcionales.

Creo que poco se puede decir de Savall que no este dicho pero yo le debo muchas horas de satisfacción y descubrimiento y no creo que estuviera tan cerca de la música como estoy hoy sin él.