Precisamente lo correcto es lo contrario:

1º.- Partir de una buena fuente musical y ripear a wav.

2º.- Comprimir a un formato sin pérdidas. El más extendido últimamente, FLAC.

3º.- Si se desea exportar música para un dispositivo con poca capacidad o en el que no se precise la máxima calidad (i.e. auriculares, coche), comprimir a MP3 u otro formato con pérdidas.

Lo contrario, carece de sentido, salvo que se utilice algún software que "reconstruya", es decir, se invente, la información que falte y pueda ganarse algo de calidad. Siempre que se carezca de la fuente original en formato sin pérdida, claro.