Hoy he pasado por Media Markt para recoger un Super Audio CD que había pedido mi chica, he visto un SACD de Michel Camilo y no he podido resistirme a comprarlo. Ahora, ya me causa un poco de recelo quitarle el precinto. ¿Habrá hongos voraces impregnados en las llemas de mis dedos y esperando impacientes para comerse mi nuevo disco o cualquier otro de mis queridos SACDs?

Ojalá todo este inquietante asunto sea atribuible exclusivamente a defectos de fabricación y no a unos microorganismos incontrolables.

Saludos.