Al contrario de lo que sucede en la música clásica o en el jazz, hay relativamente pocas composiciones puramente instrumentales en la música popular. La voz es casi un imperativo, al igual que el formato omnipresente que llamamos 'canción'.

Sin embargo, sí que existen ejemplos, y muchos de ellos nos vienen fácilmente a la memoria. Hoy quisiera rescatar uno en particular que me encantaba en mi adolescencia, y me sigue gustando mucho después de tantos años. Se trata de "Bourée", del grupo inglés Jethro Tull, publicada en 1969 en su segundo album, "Stand Up".

El líder de los Tull, Ian Anderson, adaptó para la ocasión una melodía de Bach y la interpretó con su adorada flauta, y el acompañamiento de la banda, con un papel especialmente destacado para el bajo: