Una rareza que es difícil de clasificar, The Wicker Man (El hombre de mimbre). Un película británica de mediados de los 70 que a ratos funciona como un musical, una fábula sexual, una reflexión sobre las sectas, religiones y comunas, una historia de suspense o una pesadilla de terror. Con el gran Christopher Lee (cantando ¡¡¡¡) y la carnosa Britt Ekland en todo su esplendor. El film tiene una irresistible estética 70s con imágenes que no desentonarían en los Cuentos de Canterbury o el festival de la Isla de Wight.

La banda sonora no le va a la zaga, un inédito Paul Giovanni junto con un grupo folk a lo Pentangle crea un cancionero folk con piezas tradicionales y composiciones ad hoc para ilustrar los rituales paganos celtas y las escenas de la Isla. Instrumentación apropiada (hasta liras) para generar esa atmósfera tan especial y única que tiene esta obra.



Creo que hay una versión moderna con el ubicuo Nicholas Cage. Sería interesante verla si interpretará el papel de Britt Ekland.