Soy un fiel seguidor de las novelas de George R. R. Martin desde la ya lejana "Muerte de la luz", que me impresionó a finales de los años 70. Obviamente, me encantaron las novelas de la saga de "Canción de hielo y fuego", según se fueron publicando, especialmente las tres primeras.

Con estos antecedentes, era prácticamente inevitable que también me apasionara la serie de televisión "Juego de tronos". Como millones y millones de espectadores, me quedé prendado de los episodios y los personajes, al menos hasta las dos últimas temporadas, que bajaron un tanto el nivel.

Una de las aportaciones más sobresalientes es la banda sonora. Escrita por el compositor alemán Ramin Djawadi, es un estupendo ejercicio de estilización, y también de concisión. Tal vez mi pieza favorita sea 'Light of the Seven', introducida en el final de la sexta temporada, una pieza para piano, órgano, cuerdas y dos voces blancas.