Una de las formas musicales más usadas en los últimos siglos es el cuarteto de cuerda, donde tenemos multitud de ejemplos de grandes obras escritas por muchos compositores.

Una obra tal vez no muy conocida, pero en mi opinión de una formidable belleza, encapsulada en apenas 12 minutos, es el cuarteto escrito por la compositora americana Ruth Crawford-Seeger el año 1931. Fue el único que compuso, durante una carrera breve y poco prolífica, pero de gran interés musical. Además de compositora, Crawford-Seeger fue musicóloga especializada en el folklore norteamericano, al que también se dedicaron sus hijos Peggy y Mike Seeger, así como, en cierta manera, su hijastro, el popular Pete Seeger: