Preguntaba mordazmente en su momento un crítico del que ahora mismo no recuerdo el nombre: ¿Por qué los pájaros del bosque suenan a pájaros, y los pájaros de Messiaen suenan a Messiaen?.

Evidentemente, el grado de estilización del gran compositor francés a la hora de transcribir los sonidos de las aves, es muy alto. Pero, como música, a mí se me antoja irresistible: