El periodo barroco fue de una intensa, y magnífica, actividad en Francia. Especialmente en el campo de la ópera.

Hace unos pocos años, se publicó un bonito trabajo, por parte de Le Concert Spirituel y Hervé Niquet, juntando en una especie de ópera imaginaria (L'Opéra des opéras), una treintena de números operísticos pertenecientes a diferentes óperas barrocas.

Para abrir esta ópera imaginaria, se utilizó la overtura escrita por Jean-Joseph de Mondonville en 1753, para su ópera "Titon et l'Aurore". Una pieza breve, pero muy bella: