Y hablando de Santana que tiene una copiosa (y exitosa) carrera como autor de múltiples temas instrumentales hay que mencionar como mínimo su "Soul Sacrifice", especialmente la interpretación recogida en el legendario festival original de Woodstock e inmortalizado en la película.

Impresionante actuación, especialmente la del batería Michael Shrieve, un chaval de 19 años tocando casi una caja de zapatos con platillos. Un auténtico prodigio que le llevó a un estatus de leyenda y al inicio de una carrera estelar.



Saludos