Ahora que ha vuelto ABBA, casi ya ochentones, con nuevas canciones, es buen momento para recordar su primer gran éxito. Nos teletransportamos a Brighton, en 1974, y escuchamos a lo que era entonces un cuarteto de músicos suecos, conocidos solamente en su tierra natal, cantando "Waterloo", de resonancias napoleónicas y puigdemontianas.

De hecho, ha sido también votada como la mejor canción de la historia de Eurovisión.