Me faltaba por comentar.

En un momento me pareció todo muy noreuropeo. Precisión, técnica y corrección. En un terciopelo suave y mullido descansaba la música. Sensación muy agradable.

Este comentario será de tontorron, pero me fascinan las entradas de las canciones y cómo se van enlazando y montando, apareciendo y desapareciendo los instrumentos.
Cuando la estructura de la canción está montada, ya no soy capaz de ver esto.

Obviamente un placer alojar a mozart y conocer a pimpo y su mujer.