Pues debo confesar que cuando yo conseguí marcharme de casa y vivir solo, la cosa sólo empeoró. Tengo una televisión sumamente vieja y birriosa y la única opción es ver las pelis en el portátil, que si bien no se ven mal del todo (siempre que tengas la pantalla a una distancia mínima), el sonido es más que pésimo a través de los altavoces. La única manera que tengo de ver cine en condiciones hoy en día es cuando voy a casa de mi novia o cuando estoy de visita en casa de mis padres y desaparecen durante un rato. Paradojas de la vida.