Cada vez que unos de estos directores que tienen línea directa con la ministra inculta o con el presi se levanta de malas sube el canon.

Que lee por la mañana que su peli no ha ído a verla ni dios, llamadita.

Aún recuerdo una entrevista que le hicieron a Javier Cámara por esa peli infumable de varias historias entrelazadas. Una mierda, bueno. La peli fue un desastre de taquilla y Javier, que por otra parte, y dentro de lo que cabe, me parece de lo más decente que hay ahora mismo en el cine español, salió con que "y a la semana siguiente estrenan Harry Potter, superproducción, con mucha publicidad", y era verdad. Lo dijo para explicar que esta su peli estaría poco tiempo en cartelera.

Y pensé, pero qué coño tiene que ver una cosa con la otra. ¿Acaso el público que iba a ver una peli para mayores de 18 años, un drama, donde salía una tía en esnifando droga y con una relación interracial (chico negro-chica blanca, por supuesto, en eso nos parecemos al cine americano, allí si sale una chica negra o es una madre soltera con hijos o una vieja que intenta salir adelante, o una actriz cómica), ese público que va a ver esa peli es el mismo que va a ver Harry Potter? ¿A quién queréis engañar? ¿Es que el adolescente o el tío que quiere echar un rato en el cine va a pensar qué veo hoy, este dramón con todos los topicazos del cine español, o esta película palomitera? No creo en absoluto que ambas pelis vayan dirigidas a un mismo sector de la audiciencia. Cuando digo no creo, es que sé perfectamente que no es así. Y si tu peli no la ve ni dios no es porque hayan decidido tus potenciales espectadores a ver Harry Potter, sino porque es algo infumable.

Seguro que el dire al día siguiente llamaría a algunos de sus colegas directores diciendo que el cine americano va a acabar con nosotros. Hagamos algo fuera del ámbito del cine.

Se llevaron meses hablando del ejemplo francés, de la protección que tenía la cultura francesa. Quizás vieron allí una tabla de salvación a sus mediocres carreras. Penoso.