Se merece eso y mucho más, enorme persona con un corazón que no le entraba en el pecho y con unas ganas de vivir y un positivismo hasta en los peores momentos. Un enorme abrazo para toda su familia y especialmente para esos dos soles que son sus niñas y de las que tanto nos hablaba y gustaba presumir.

Hasta siempre amigo Rafa.