Me gusta y estoy muy de acuerdo. Algo parecido me produce la diferencia entre el plasma y el LCD, a favor del primero. Siempre tengo la sensación de que además del color más natural del gaseoso, todos los sistemas de compensación que requiere un panel LCD se cargan la esencia del cine.
Los "early adopters", término que usa en el artículo por no decir "novatos" defienden a capa y espada el segundo sistema por su extrema resolución, que la tiene, pero no tienen en cuenta el sacrificio en otros aspectos. Igual que el que escucha un altavoz que desde cualquier punto de vista medianamente audiófilo es chillón, pero como lego en el campo queda impresionado por la definición en agudos.
No es (de nuevo) un arremeter gratuito contra el LCD, es que así lo veo yo.