Esta semana se han publicado varios artículos sobre el estudio que NDS (fabricante de software para plataformas de TV de pago) ha realizado sobre el futuro del televisor.
Las primeras conclusiones del estudio son que el tamaño de este dispositivo continuará creciendo sin parar hasta ocupar toda la pared de nuestro salón, que será modular (permitiendo juntar varios paneles y consiguiendo la sensación de inmersividad) y que será ampliable mediante extensiones en diferentes partes de la casa. El estudio también apunta que con un televisor de semejante tamaño, no toda su superficie se utilizará para reproducir el contenido audiovisual, sino que utilizaremos parte de la pantalla para correr aplicaciones de forma fija (como las redes sociales, la meteorología, alertas, etc.).
Pero la visión de este estudio refleja una perspectiva desde la actual industria, tanto de los fabricantes de electrónica, como de los operadores de cable y broadcasters tradicionales. Desde mi punto de vista, el futuro de la televisión no se sustenta en el hardware, el cambio de paradigma es el software.
Actualmente si queremos comprarnos un nuevo televisor deberemos escoger entre pulgadas, LEDs, conectores HDMI, USB, etc. y de paso, si se conecta o no a Internet. Todo son especificaciones de hardware. Sí, es cierto, algunos televisores corren aplicaciones, pero un televisor de 2010 no corre las aplicaciones de 2012, y si nos lo compramos hoy, no funcionarán las aplicaciones del próximo año. Si a esto le añadimos que la oferta de estas aplicaciones es escasa y que no hay una comunidad de desarrolladores detrás, lo más probable es que el televisor que nos compremos se va a quedar casi como lo compramos, sin evolución.
La revolución vendrá, como le ha pasado a los móviles, con el software. Hasta la aparición del iPhone, los móviles se parecían bastante a lo que hemos descrito sobre los televisores. La revolución no vino por lo táctil (ya existían terminales táctiles) sino por el ecosistema de aplicaciones y desarrolladores que se formó en su entorno y que permite que hoy existan más de 1.000.000 aplicaciones disponibles entre la App Store y Google Play.
En los televisores pasará algo parecido. En el momento en que los televisores se integren en los ecosistemas de aplicaciones como el App Store o Google Play, el uso que le damos al televisor cambiará radicalmente y los líderes de mercado pueden perder su reinado en menos de 5 años.