En realidad no te vas a equivocar, porque las diferencias son mínimas entre unas y otras y al final, compres la que compres, la vas a disfrutar.

Hazle caso a Manuel o nunca te comprarás una TV. Ten en cuenta que la tecnología está constantemente avanzando y cuando creas que te has decidido sale otra cosa y otra vez a pensar y entras en un círculo vicioso del que cuesta salir.

Si no te decides, échalo a suertes