Nadie tiene ni los ojos ni el cerebro de la persona que se quiere comprar la TV salvo esa misma persona. Por tanto, nadie salvo esa persona sabe qué ve mejor, qué le gusta más o qué le sirve.

Muchas veces queremos ayudar y recomendamos, con toda nuestra buena fe, lo que a nosotros nos parece lo mejor. Incluso estamos convencidos de que no hay nada mejor, y por eso se lo recomendamos, le estamos haciendo un favor, y creemos un éxito convencerle de ello.

Pero luego llega la otra persona con sus ojos, que perciben colores distintos a los nuestros, que ven con otra agudeza visual... con su cerebro, que interpreta de otra manera subjetiva, distinta a la nuestra, lo que captan sus ojos, y aprecia matices distintos, prefiere tonos distintos... da valor o se lo quita a rastros verdes siguiendo la imagen en movimiento, o a iluminaciones en las esquinas... a algo que quizá nosotros no... Todo esto sin hablar con que sus prioridades puede que no sean las nuestras; diseño, forma y tamaño que, a su gusto personal y no el nuestro, vayan con su decoración; presupuesto; apreciación distinta de necesidades (aunque sean conexiones que luego realmente no vaya a usar, quizá en ese momento esa persona le da una importancia a esas conexiones o capacidades que para si misma si tiene aunque para nosotros no). Y claro, será esa persona la que tendrá que ver todos los días esa tele, no nosotros.

Es complicado recomendar desde nuestros gustos y desde nuestras apreciaciones de "mejor" y "peor". no estamos hablando de ciencia exacta, de números que siempre suman o restan lo mismo. No estamos recomendando una calculadora que es importante que tenga funciones o no, que dure la pila o no... Estamos hablando de algo tan absolutamente subjetivo como lo que van a apreciar sus sentidos.

Quizá lo mejor sea dar toda la información y, si se puede, enseñar lo que nosotros tenemos... si no, cuanto menos que esa persona se empape de intentar ver en buenas condiciones todas las opciones que quiera barajar, tanto como le sea posible, para que sean sus ojos y su cerebro los que decidan, porque puede que no lo hagan como el nuestro.

Saludos.