Samsung sabe lo que se juega y el riesgo que corre si se descuelga "del mercado", en su momento apostó por el LCD mientras la calidad estaba en el plasma, abarató enormemente su producto, buen marketing, enterró al plasma y se hizo con el negocio, ahora se huele la tostada y no quiere ver como lo hechan de la pista. Los QD-OLED no son competitivos todavía y tardarán en serlo, las grandes diagonales están poco a poco imponiéndose y Samsung no quiere (ni debe) quedarse en proveedor de pantallas LCD menores hasta que lo sean.