La regla de oro es siempre la misma: no hacer nunca caso al vendedor. El tiene sus intereses y tú, los tuyos.

Por ejemplo, en el tema que nos ocupa. Si el principal uso que le vas a dar al televisor es ver películas a oscuras, lo peor que puedes hacer es comprar un panel IPS. En lugar de negros, verás una sinfonía de grises, más o menos oscuros.

Así que, entre esas dos, compra la Sony sin dudarlo.