No podría estar más de acuerdo contigo, OrtoPiroMeta.
Y vaya si es un camino largo, este de la proyección!
Desde que colocas con esfuerzo tu primera pequeña pantalla manual (qué tiempos..), hasta que pintas el techo de negro, para evitar reflejos...


Costar: cuesta. Pero no deja de ser un camino apasionante.
Como todo el que tiene un proyector creo que sabe.

En no sé qué cine de Europa han puesto la primera pantalla autoiluminada (panel), que prescinde de la proyección.
Y dicen que la imagen es más "pura", al evitar reflejos. Y luces exteriores a la principal de la imagen.
Pero yo no estoy tan seguro de que no se pierda algo de la magia de la proyección por el camino.
De la magia del CINE.

Y, desde luego que es una profesión, desde el momento que todo fotógrafo profesional, tiene que tener un equipo perfectamente calibrado, para conseguir imágenes de tonos, colores y claro-oscuros reales.

Tonos de piel natural, detalles en sombra, negros profundos y el típico ejemplo de la "nieve quemada".