Nunca me había parado especialmente a reflexionar sobre el mundo de los auriculares: tenía unos Marshall ya bastante viejos y cuando los jubilé compré los Takstar PRO80. Me tocó el pleno al 15 en cuanto a sonido, y relación calidad precio sospecho que pocos auriculares, muy pocos, podrán competir con ellos.
Sin embargo, el punto flojo de estas gamas sin duda son los materiales: las almohadillas se desintegraron prácticamente, incluso la goma que recubre la diadema ha pelado bastante. Es decir, estéticamente están horribles pero siguen sonando como el primer día. Le he cambiado las almohadillas y veré qué apaño puedo hacer para recubir la diadema y ya tendré auriculares nuevos.
De todas formas, estaba buscando otros específicos para cine y voy a probar con un poco de calma con los PRO82, los sucesores de los PRO80, (creo que mi camino debe ser ese) y dejar estos para mi equipo de música.
Mi filosofía en este terreno es no gastar mucho: adquirir auriculares económicos que suenen bien (los hay sin duda) y cuando se estropeen comprar otros (o sustituir almohadillas, cable, etc...) y no arriesgarme a gastar 300-500 euros para algo que utilizo muy poco, únicamente cuando escucho música o veo alguna película por la noche.
Yo no tengo experiencia con los auriculares sin cable, Manuel, desconozco si su sonido está a la altura aunque supongo que eso está superado actualmente. Sin embargo, y aunque sobre el papel es lo más cómodo que hay, me gusta mucho la sensación de conectar el jack y toda esa parafernalia, clásico que es uno...