Bueno, he tenido suerte. He sacado el altavoz de agudos quitando los tornillos allen de la parte delantera y el altavoz tiene un hueco por el centro. Con un bastoncillo de algodón, de los de las orejas, he podido empujar poco a poco la parte hundida y prácticamente no quedan ni marcas.
Menos mal, además, he hecho pruebas y no ha sufrido daños, suena perfectamente.
Para lo próxima ya lo sé, cuando vengan niños, tengo que poner la rejilla protectora.