Los AVR y los amplificadores en general constan de dos partes, integradas o por separado, el previo y la etapa de potencia. En el primero se gestiona la señal de audio, y el segundo se amplifica. Bien, si uno tiene dos amplificadores o AVRs, puede utilizar el previo de uno y la etapa de potencia del otro, conectandolos desde las salidas de audio del previo (preouts) de uno a las entradas a las etapas del otro (Audio In analógico), si esas conexiones las tienen los respectivos equipos.
Y esto es lo que sucede con tu HK (entradas multicanal audio analógico a las etapas de potencia) y los Onkyo y Yamaha nombrados. La ventaja es que aprovecharías toda la potencia/corriente de HK para amplificar solo frontales (el resto de altavoces lo haría el nuevo AVR) y la gestión de la señal de audio que ofrecen esos AVR más modernos (autoconfiguración y calibración más avanzada, descodificación de últimos formatos de audio, doble salida HDMI, etc), y que tienen menos potencia.
Esto tiene lógica planteándose evitar gastos (un AVR más gordo) aprovechando el que uno tiene, si no es así, si no nos planteamos mantener el anterior, entonces todo este tema quedaría relegado al hipotético caso de que aun comprando un pepino de AVR, la potencia de él no fuese suficiente porque los altavoces y/o la distancia al punto de escucha exigen mucho. En este caso se solucionaría añadiendo una etapa de potencia estéreo a la salida de previo para frontales de dicho AVR.
Como la elección de un AVR depende de la potencia que se necesita, y esta de los altavoces (sensibilidad e impedancia) y la distancia de escucha, junto al volumen habitualmente requerido, viveza de la sala, ruido ambiente (u hora habitual de escucha), etc, es conveniente conocer estas variables para hacerse una idea de si realmente necesitas ahora, o despues (en caso de cambies de altavoces), más potencia.
También puede tirar uno por arriba con poca probabilidad de equivocarse, para ello tienes que ir a equipos de Harman Kardon de más nivel, los Onkyo de la serie 8 en adelante, NAD, Krell, Cambridge Audio u otros que ya están en precios poco realistas, pues esas potencias se pueden obtener, sin marchamo audiófilo pero con resultado auditivo similar, con conjuntos de AVR mucho más económicos junto etapas pro de excelente relación calidad/precio.