Sigo pensando que para un salón doméstico, un buen receptor D/M con la comodidad de un Audyssey largamente probado es más que suficiente. No se otros, pero yo no me veo intentando rescatar las extremas finuras de la música o la extrema dinámica del cine en un salón-comedor al uso con la mujer hablándonos desde cocina y los chavales yendo y viniendo...

Eso sí, nada a objetar a quien quiera tener esos cacharros más sofisticados en sus salones/comedores.

Un saludo del Oso