Se trata de la adecuación (o falta de ella) a los estándares de ahorro energético que se implementan para la industria. Para ello, los fabricantes han de realizar determinadas modificaciones en la estructura y diseño de un aparato, lo cual, lógicamente encarece costes.
No hay nada como la famosa y barata regleta de enchufes con interruptor; apagas y se acabó el consumo. O, para los más sofisticados, un programador de corte.
Por cierto, cuidado con las regletas que incorporan "protecciones de sobretensión". No pocas de ellas se fabrican con estándares de calidad pésimos y producen alteraciones de retorno en la red, con el consiguiente baile de automáticos del cuadro. Si se quiere proteger la red eficientemente, la protección en el cuadro eléctrico es eficiente, y para toda la red doméstica.
Saludos