El factor más importante a la hora de medir es que la medición sea correcta, fiable. Una calibración que parte de unas mediciones erróneas, desviadas, etc dará lugar a una calibración poco óptima o incluso "mala". Esto puede pasar más veces de lo que en principio puede parecer (ruído exterior excesivo o algún pico durante la medición, demasiada proximidad a superficies reflectantes, patrón de múltiples mediciones poco óptimo, etc). En una calibración con un AVR es complicado saber realmente si se han producido anomalías que afecten negativamente a la calibración.