Antes de cambiar de AVR, salvo que precises conexiones, decodificaciones o autoconfiguración que el tuyo no tenga, plantéate cambiar de altavoces, pues son los que definen (junto a la sala) la calidad del sonido. Valora los tamaños admisibles en tu sala y es probable que encuentres sustitutos buenos. Puedes empezar por el trio frontal, dejando como surround los que tienes.