Voy a tratar de dar respuesta, en términos muy sencillos, a una de las dudas que más asalta a los que empiezan con la afición: la potencia de los amplificadores.

Se trata de identificar con una serie de parámetros muy sencillos cuando un amplificador tiene un buen desempeño, no que sea mejor o peor que otro, ni más o menos potente, ya que es aplicable a cualquier tipo de amplificador en estado sólido.

Obviamente hay excepciones, se pueden matizar muchas cosas, pero en definitiva son puntos básicos para que no nos engañen a la hora de anunciar la potencia real de un amplificador que vayamos a comprar.


  1. El primer punto que nos sirve de referencia es el CONSUMO MÁXIMO del amplificador. De esa potencia, debe salir todo el consumo del amplificador, es decir: toda la potencia que sea capar de desarrollar por canal, el consumo de la placa (control) y el calor que disipa.


Pongamos un ejemplo:

Si compramos un amplificador que anuncia 100+100 vatios, debemos tener claro que como poco tiene que consumir 200W. Pero como ya hemos dicho hay una potencia que se consume que corresponde al consumo propio de la placa, pongamos un 10% como poco, por lo que ese amplificador debería consumir unos 220W.

Este ejemplo sería válido con una eficiencia del 100%, que es imposible, por tanto, debemos tener en cuenta la clase de amplificación que tiene el aparato en cuestión.Las más típicas en las que están casi todos los amplificadores son: Clase A, Clase AB y clase D, ordenadas de menor a mayor eficiencia.

La eficiencia típica de una clase A es del 25-30%, una clase AB está aproximadamente en el 50% y una clase D puede llegar al 90%

Por tanto, si nuestro amplificador tiene realmente esos 100+100W (200W) si fuera un clase AB (que es lo más frecuente) tendría un consumo de aproximadamente 420W, es decir teniendo en cuenta la potencia, el consumo de la placa y la eficiencia. En cambio si fuera un clase A perfectamente estaríamos hablando del doble de consumo.


2. Bien, llegado a este punto y ya visto el tema del consumo, tenemos que prestar atención a otro de los trucos que usan los fabricantes para engañarnos con la potencia: EL NÚMERO DE CANALES.
Todos tenemos claro que en estéreo usamos dos canales, con un sistema multicanal sencillo usamos cinco, etc. Cuando el fabricante anuncia la potencia debemos fijarnos en que especifique CLARAMENTE que esa es la potencia por canal, con todos los canales excitados.
Me explico un poco mejor, imaginaros que queremos comprar un receptor “5.1” (cinco canales) que anuncia 100 Watios por canal, con lo que hemos visto en el punto anterior debería tener un consumo de 5 X100 (amplificación) + 35W (electrónica) X 50%, es decir como poco iríamos a 900-1000W de consumo máximo….

Ese dato, corresponde ya a amplificadores que son verdaderos monstruos, ningún amplificador de gama básica o media tiene ese consumo máximo.

Ejemplo real:

Onkyo TX-SR393
Potencia anunciada : 5 X 80W pero en este caso son muy honrados y nos indican que solo está esa potencia disponible cuando tenemos 2 canales conectados.
Consumo: 445W

Hagamos los cálculos entonces: 80*2 (160) + 40 (control)= 200W, con una eficiencia del 50% ya nos plantamos en esos 400W que declara, por tanto cuando usamos todos los canales, la potencia YA NO ES DE 100 Watios por canal.

De momento, el truco funciona.

3. Llega el turno de introducir una variable más, en este caso la forma en que los fabricantes “expresan” la medida de la potencia. Ya hemos visto que la unidad es el Watio, pero hay muchas formas de expresar esa medida. Básicamente, nos centraremos en la FRECUENCIA, TIEMPO y DISTORSIÓN en este punto. Así que vamos a tratar tres variables a la vez en este apartado.

Cuando al amplificador manda una señal a los altavoces, está compuesta de todo el ancho de banda (respuesta de frecuencia) que tenga la señal que se envía, por tanto, parece lógico que la potencia esté garantizada en todo el ancho de banda (por defecto de 20-20.000 hz). Lo que hacen los fabricantes en algunas ocasiones, es expresar la potencia en una sola frecuencia (normalmente 1Khz), por tanto, debemos asegurarnos que la potencia está expresada para ese rango audible (20-20.000).

Si expresan la potencia en una sola frecuencia, es más fácil “hinchar” ese número: es más fácil amplificar un tono medio que una frecuencia baja, por ejemplo. El quid de la cuestión es que nos garanticen esa entrega de potencia media en todo el rango audible.

En lo que respecta al tiempo, pues se trata de que simplemente el amplificador sea capaz de mantener esa entrega de potencia de forma constante en el tiempo. De nada (bueno de poco) nos sirve que nos lo indiquen en un periodo “corto” si en realidad vamos a usar el amplificador todo el tiempo que sea necesario…no voy entrar más en este tema porque creo que se entiende la idea.

Y el tercer apartado es la “distorsión”, es decir la capacidad del amplificar una señal de entrada hacía la salida (los altavoces) con la menor distorsión posible, por tanto respetando la señal original (solo que amplificada).
Los fabricantes pueden declarar potencias muy elevadas a base de degradar mucho la señal de salida, incluso con distorsión audible, cosa que carece de sentido más allá de hinchar la cifra por temas de marketing.

De esta manera, la potencia debe estar expresada del siguiente modo:

100+100W (20-20.000) THD 0.05% y el consumo debe ser además consecuente con lo que hemos visto en el punto 1.

De este modo, nos está indicando que la potencia por canal (los dos canales) es de 100W, en todo el ancho de banda en Long Term (más de una hora) y con una distorsión en unos valores aceptables. No entender aceptable por “malo”, 0.0X e incluso 0,X % son valores buenos, hablamos de distorsión del 10% o más….

4. Otra de las variables es la IMPEDANCIA a la que entrega esa potencia, y aquí hay un truco muy básico y rápido para identificar un buen amplificador (entendido por capaz, nada más).
Cuando conectamos unos altavoces a nuestro amplificador, éstos ofrecen una “resistencia” a la entrega de potencia, esa es la impedancia del altavoz. Nuestro amplificador entrega la potencia medida a una impedancia (resistencia) nominal, que normalmente es de 8 ohmios (por ser la habitual en los altavoces).

Un buen amplificador, será capaz de duplicar su potencia cuando la impedancia es la mitad, de manera que si entrega 100+100 W a 8 Ohmios, nos entregará 200+ 200W a 4 ohmios y si además es capaz de volver a duplicar la potencia si bajamos a 2 Ohmios, estamos hablando de cosas muy pero que muy serias.
Lo normal es que no puedan trabajar con cargas nominales de 2 Ohmios y se conformen con trabajar como mucho a 8-6-4 ohmios.

Un amplificador que duplique o casi la potencia cuando pasamos de 8 a 4 ohmios ya es un amplificador muy pero que muy competente. No es lo normal en las gamas básicas y medias.


5. Finalmente voy a mencionar un dato que parece preocupar de sobremanera cuando se compra un amplificador a algunos clientes, el FACTOR DE AMORTIGUAMIENTO (Damping Factor). A grandes rasgos, es la relación que existe entre la resistencia externa (altavoz/cables) y la interna (amplificador) y determina de alguna manera la capacidad de control del amplificador con el woofer (especialmente), es decir evitar que la corriente de retorno de la bobina llegue al amplificador, de manera que éste controle con precisión el movimiento del woofer.

Es un dato que cuánto más grande más nos asegura ese control, pero con valores relativamente modestos (30-40) ya es suficiente para tener un control del woofer en equipos normales. Dicho de otra manera, no es necesario un factor de amortiguamiento de 500 para tener control.


Una vez expuesto todo, os dejo un ejemplo de un dato bien expuesto (ficticio):

100+100 8 Ohm 20-20.000 0.3% THD
150+150 4 Ohm 20 -20.000 0.4% THD

Este amplificador tendría una capacidad “media” de amplificación. SI tuviera por ejemplo una potencia de 180W por canal o más a 4 Ohmios estaríamos hablando de un amplificador muy competente.

Si la potencia a 4 Ohmios se quedara en 120W por canal, está claro que estamos ante un amplificador con una potencia “justita” (no es que no sea potente, sino que está exprimido por decirlo de una manera vulgar).

Estos serían ejemplos de potencias “mal” expresadas:

300+300 6ohm 1 Khz 10% THD (solo una frecuencia, impedancia no estándar y alta distorsión)
300+300 2 Ohm (impedancia irreal)

Otro ejemplo, sería usar medidas en otro estándar, por ejemplo, la potencia PMPO.

Normalmente, todos estos puntos explicados conforman lo que podemos llamar potencia “RMS” de un amplificador, que es la más fiable siempre que comprobemos los puntos anteriores.
No es complicado, una vez lo tienes claro es muy mecánico.

Añado, que no es necesario que un amplificador sea capaz de duplicar su potencia, simplemente es una clave para identificar una amplificación “capaz”.

Lo acabo de escribir del tirón, repasaré el contenido por si acaso algo no ha quedado claro o bien explicado.

Un saludo y espero que sea de utilidad.