Mientras busco tiempo para dedicarle al Marantz y aprovechando una especie de mal de Diógenes que me acecha pero a la inversa, he encontrado dentro de una revista que ha pasado a mejor vida, una nota con las pretensiones de compra de un receptor hace dos años.

No vale para nada, pero me ha hecho gracia y sobre todo por que se han cumplido las premisas...